Poemas
- Lira del alma
- 21 estampas de la vida real
- Películas y relámpagos
Comedias
- El diablo
- Los viriles
Pasillo
- Mascarita de carnaval
- La casita de mi amada
- Guayaquil de mis amores
Poeta y compositor nacido en Pasaje, provincia de El Oro, el 18 de agosto de 1885, hijo del Sr. Benigno Dávila Romero y de la Sra. Herlinda Echeverría.
Su educación primaria la recibió en su ciudad natal, en una época en que ya se empezaban a vivir las primeras transformaciones políticas y sociales que culminaron el 5 de junio de 1895 con el triunfo de la Revolución Liberal, luego de lo cual se trasladó a Cuenca donde estudió los tres primeros años de la secundaria en el Colegio Normal de Varones. Finalmente viajó a Quito para ingresar al «Normal Juan Montalvo», donde se graduó de Profesor Normalista el 29 de julio de 1905.
Durante cuatro años ejerció el magisterio en la capital de la República, luego de lo cual trasladó su residencia a la ciudad de Guayaquil, donde vivió dedicado al magisterio y a sus actividades literarias.
«El maestro Dávila desde su juventud se inclinó por la literatura, cultivó con verdadera pasión la poesía. Suyos son poemas líricos, elegiacos, románticos, costumbristas, educativos, etc. Colaboró desinteresadamente con los diarios y revistas más importantes del país. Entre sus obras podemos citar: «El Diablo», comedia en tres actos; «Los Viriles», sainete cómico en dos actos; «21 Estampas de la Vida Real». No menos de ochenta poemas de su autoría fueron musicalizados por los grandes compositores de su época y colegas suyos» (Francisco José Correa Bustamante.- Joyel Poético Ecuatoriano, tomo II, p. 307).
Entre sus obras más conocidas se encuentran los pasillos «Mascarita de Carnaval», «Lágrimas del Alma» y el inmortal «Guayaquil de mis Amores» con música de Nicasio Safadi, «Yo Quisiera Decirte», «Rosa de Amor» y «Cruel Mujer», con música de Enrique Ibáñez Mora; «Despiértate» y el baile criollo «La Casita de mi Amada», con música de Alberto Guillén Navarro.
En homenaje y reconocimiento a su obra poética recibió varias condecoraciones y preseas, tanto del M. I. Concejo Cantonal de Guayaquil como del H. Consejo Provincial del Guayas.
A la respetable edad de ochenta y tres años, murió en la ciudad de Guayaquil el 23 de diciembre de 1968.
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Dávila tenía una fuerte pasión por la música. Dominaba la guitarra y el piano y escribió la música y la letra de 23 canciones. También escribió numerosos poemas líricos y románticos, a algunos de los cuales luego se les puso música.
Uno de sus aportes más significativos a la música fue concebir la idea de escribir la canción “Guayaquil de mis amores” mientras daba un paseo cerca del río Guayas con el músico Nicasio Safadi. Esta canción fue grabada en la ciudad de Nueva York el 19 de julio de 1930 en la Columbia Phonograph Company, ahora conocida como Columbia Records. Desde entonces, ha sido interpretada por innumerables cantantes, incluido el famoso Julio Jaramillo.
Obras literarias
Las obras literarias de Dávila incluyen las colecciones de poemas “Lira del alma”, “El diablo comedia”, “21 estampas de la vida real” y “Películas y relámpagos”. También escribió las comedias “El Diablo” y “Los viriles”, así como las canciones “Mascarita de carnaval” y “La casita de mi amada”.
Guayaquil de mis amores Tu eres perla que surgiste del mas grande e ignoto mar, y si al son de su arrullar en jardin te convertiste; soberana en sus empeños nuestro Dios formo un pensil con tus bellas Guayaquil; Guayaquil de mis ensueños. Si a tus rubias y morenas, que enloquecen de pasion les palpita el corazon que mitiga negras penas con sus ojos verdes mares o de negro anochecer, siempre imponen su querer Guayaquil de mis cantares. Porque tienes las princesas que fascinan al mirar y que embriagan al besar con sus labios de cerezas, te reclamo las dulzuras con que anhelo yo vivir, para nunca mas sufrir; Guayaquil de mis ternuras. Y al mirar sus verdes ojos donde mi alma anhela estar prisionero cual el mar o al hundirme ya, de hinojos, en las noches con fulgores que sus ojos negros son, te dira mi corazon: Guayaquil de mis amores...