Los más respetados conocedores señalan a Félix Castrillón no sólo como el mejor y más destacado guarachero puertorriqueño durante la primera mitad del Siglo 20, sino también como el más genuino antecesor de los vocalistas salseros surgidos después de 1960. Su trayectoria artística fue muy intensa, habiendo engalanado las plantillas de las orquestas y conjuntos más estelares de su tiempo. También encabezó formaciones propias.

Este inolvidable músico – artista intuitivo – se crió en la barriada Pueblo Nuevo de su natal ciudad de Bayamón. Sin enseñanza especializada aprendió a ejecutar la guitarra y los bongoes siendo todavía niño. A la edad de 17 años emprendió formalmente su trayectoria artística uniéndose al Cuarteto Tropical de Adalberto «Biriquín» Rivera, que luego se convirtió en septeto.

En 1936, el cantante Pedro «Piquito» Marcano lo recomendó al pianista Rubén Berríos Tavárez como sustituto de Puchito Lara en su Mickey Mouse Orchestra que, a la sazón, actuaba permanentemente en el Hotel Condado Vanderbilt. Para entonces, también integraba, con Fernando La Ó (segunda voz), el Dúo Félix y Nando, que actuaba semanalmente en el programa “Industrias nativas”, que los hermanos Córdova Chirino mantenían cada domingo en la emisora WNEL. En la banda de Berríos Tavárez permanecería alrededor de un año, pasando seguidamente a la dirigida por Rafael Muñoz en el Escambrón Beach Club.

Buen bolerista, pero mucho mejor guarachero, Félix Castrillón protagonizó junto a José Luis Moneró – cuyo caso era a la inversa: buen guarachero, pero mucho mejor bolerista – la época más esplendorosa de “la puertorriqueñísima orquesta de Muñoz”. Poco después de iniciar su primera pasantía por esta organización (1937-1942), viajó con ella a Nueva York para grabar por primera vez. Los primeros dos discos (78 rpm) de aquella sesión incluían los boleros “Terrible duda” (de Roberto Cole) y “Eres tú” (de Juan Ramón Balseiro); la guaracha “Boquita sabrosa” (de Jaime Yamil) y el tango en tiempo de danzonete “Besos brujos” (de Alfredo Malerba). Sus grabaciones con la orquesta de Muñoz se multiplicarían aceleradamente.

Es menester resaltar el dato de que, antes de la incorporación de Moneró en 1938, nuestro biografiado interpretaba el bolero sentado, pues también tenía a su cargo la ejecución de los bongoes. Pero, además, grabaría también con el Septeto Puerto Rico de Leocadio Vizcarrondo y con el Grupo Aurora, de Don Felo.

Culminada su primera etapa con Muñoz, nuestro biografiado trabajó algún tiempo con las orquestas de Don Nacho y Armando Castro. Hacia 1945 se radicó en Nueva York, donde su actividad artística sería tan agitada como la que desarrollaba en Puerto Rico. Aquí trabajó alternadamente con Claudio Ferrer y Su Conjunto y con la orquesta de Jack Portalatín. También integró y grabó un LP con el Conjunto Típico Ladí y compartió con Charlie Figueroa las vocalizaciones de la nueva banda que Muñoz había organizado en esta plaza.

Félix Castrillón regresó a Puerto Rico en 1953 y volvió a coincidir con Moneró y varios de los músicos que habían sido compañeros de ambos durante su primera y consagratoria etapa con Muñoz en la Súper Orquesta Tropicana, dirigida por Rafael Elvira. Con dicho colectivo agotó largas temporadas en los salones La Granja (en Río Piedras) y Club Social Tres Palmas, en Bayamón. En 1955 organizó su propio combo, frente al que recorrió la mayoría de los centros nocturnos de San Juan y ciudades aledañas, pero alternadamente también actuaba con Leocadio Vizcarrondo y su Trío Apolo, la Orquesta Siboney de Pepito Torres Silva y las batuteadas por Domingo Peterson, Nick García y Moncho Usera. Además, con el popularísimo cuarteto de Manuel «Pulguita» Jiménez grabó una nueva versión del exitoso bolero “Temeridad” (de Jiménez) que este grupo había estrenado en voz de Pellín Rodríguez.

Félix Castrillón Román contrajo matrimonio con Aida Campos Acevedo el 1ro. de julio de 1940. Frutos de este enlace fueron Félix, hijo – también músico –, Agustín, Aida y Gladys. Enviudó en 1994. Desde los postreros años ‘70 y durante largo tiempo se desempeñó como profesor de Guitarra en el Centro Comunal de Bayamón.